sábado, 15 de septiembre de 2007

EL MORDISCO…EL MORDISCO!!!!!!!!

EL MORDISCO…CEVICHERIA O CHUPODROMO….? (Describiendo a un Cacique).

Quien sea experto en manejar y dirigir su habilidad en estratos gastronómicos, no se hace ningún problema en poder cenar apaciblemente en el CHALA, almorzar internacionalmente en el BLUE MOON y empezar un sábado chico en EL MORDISCO.

Pero por favor!...no pretendo establecer comparaciones inocuas y fuera de lugar…de por si cada uno de los tres sitios mencionados es incomparable el uno del otro, ya sea por su calidad, cantidad y precio…claro, sin dejar de lado el tipo o variedad de los platillos que en dichos locales se expenden.

Sin ánimo de sugerir que haya caído al llano, sin ser alcoholico ni bohemio, ni tampoco reconocer o aceptar que haya sufrido alguna de aquellas novelescas decepciones amorosas que a veces motivan coger una botella, aterricé subsumido por aquellas cosas de la vida en EL MORDISCO nada menos que un viernes a las 07:30 PM…demás está describir el bullicio imperante, las carcajadas exageradas, desmedidas, siniestras y esa mezcla de palabras indescifrables que rebotaban en los oídos haciendo eco en las paredes…ni vuelta que darle: caí en la SUPER CHINGANA ..pensé.

Lo ligeramente aceptable de tanto bullicio y aquel ambiente cantinero de frontera, es que puedes gritar, reír e insultar a raudales, definitivamente el paraíso de todo adepto esquizofrénico…No lo soy, pero la convicción me lleva a razonar que Sigmund Freud estaría a sus anchas psicoanalizando a media chingana improvisada…..pero… bueno que malo disfruté mi ligero periplo a dicha hora en EL MORDISCO…y vaya que sí: ..cuando llegué a casa parecía venir de una terapia.

Lo gruesamente malo – desde mi punto de vista – fue la actitud del dueño de aquel singular negocio de la metamorfosis (de día cevichería de noche chupódromo)…un sujeto típicamente peruano, más acholado que el Pisco, casi retaco, con una panza pretensiosa, rostro duro semi chamuscado, tez oscura, con gafas tipo lupa y un cabello entre oscuro y canoso...sin duda que a vista y paciencia de cualquier desconocido sería el típico mozo jubilado del Hotel Crillón…..cuya actitud soberbia para con nuestra mesa –solo de dos gatos- dejó mucho que desear, pues nunca hemos visto a ningún dueño de restaurant que se encoja de hombros y largue con el rostro a dos ocasionales clientes sobrios que le solicitaban ordene a alguna de sus azafatas nos pase la cuenta que veníamos requiriendo desde hace más de 10 minutos…

Creo que molestamos al Cacique….y el Cacique se enojó con nosotros -dos ciudadanos comunes y silvestres que deseaban pagar su cuenta-. Sin duda alguna el es dueño en su feudo. Feudo que le da ingresos verdaderamente considerables (dignos de crear una Fundación) por algo es uno de los pocos sitios que se niega a aceptar tarjetas de crédito…increíble….

No obstante, aquel viernes nos arrepentimos de haber colaborado con aquellas 04 miserables cervezas consumidas …Lo que a veces hay que tolerar cuando el éxito convierte a algunas personas en soberbias y por momentos en arrogantes…

quien sepa lo contrario…pues desmiéntame….

Hasta la próxima…

escrito por: Valerio Causticus.